La cocina Chuka: la versión japonesa de la gastronomía china
http://www.elsaberculinario.com/2015/02/cocina-chuka-version-japonesa-gastronomia-china-opinion.html?m=0
La cocina chuka fue el resultado de la adaptación de los emigrantes chinos a la cultura japonesa, fusionando platos como el ramen o el dim sum (empanadillas chinas). Una versión de esta cocina la podemos encontrar en el Chuka Ramen Bar, en pleno Barrio de las Letras de Madrid, una taberna japonesa donde puedes disfrutar de una excelente comida asiática callejera.
El Chuka Ramen Bar es uno de los últimos restaurantes que he descubierto y me encanta. Fui con varios amigos de ACRAME y confieso que no tenía ni idea del tipo de cocina que hacían, así que fui un poco a la expectativa. Ya te adelanto que la elección del restaurante que hicieron mis amigos fue más que acertada.
Es un local informal y pequeño, con una decoración muy simple pero suficiente para dar ese ambiente de taberna japonesa. Su equipo fundador (John Husby, Rodrigo García Fonseca y Lorena Mauri) no solo fusionan China con Japón, sino que también en algunos platos introducen algunos elementos mediterráneos.
La carta que tienen es muy sencillita y puedes encontrar algunos de los platos más populares de la cocina china en su versión japonesa. Por ejemplo, están las gyozas o dumplings, el bao bun o pan taiwanés o el ramen (la versión de la sopa de fideos china).
Para empezar nos pedimos edemame togarashi, unas vainas de soja verde al vapor con chile de siete sabores. Era la primera vez que las probaba y están fenomenal. Podría decir que son hasta adictivas -como las pipas- y ya con el picante ni te cuento. Lástima que no tenga la foto para enseñarla.
Gyozas de butifarra y cebollino chino |
Seguimos con unas gyozas de butifarra y cebollino chino. Son unos dumplings rellenos y cocinados al vapor, pero marcados en la plancha con "algo" crujiente que le da un toque fantástico.
Bao bun o pan taiwanes relleno |
Los bocadillos chinos o bao bun están requetebuenos, con pan hecho al vapor y 4 rellenos disponibles: vegetal con brotes de soja y shiitake; con langostino tigre, cilantro y salsa dragón; con cerdo, pepino y cacahuete; y con pollo frito y lombarda. Me quedo con la versión pork, un contraste de sabores increible.
Dok boki: pasteles de arroz planchados con chili coreano, sésamo ahumado y tiras de chipirón |
Un plato que me sorprendió, el dok boki: pasteles de arroz planchados con chili coreano, sésamo ahumado y tiras de chipirón, acompañado de salsa bibim, tallos de ajo, brotes verdes y lima. Aquí se juega con el picante de la salsa y la acidez de la lima, hasta tal punto que entras en un bucle (sabes que pica tela marinera, pero quieres más).
Shoyu ramen: sopa de fideos con panceta de cerdo, huevo y cebolleta china |
Pasamos a los platos individuales de ramen que nos pedimos. El primero fue el shoyu ramen: sopa de fideos con panceta de cerdo, huevo y cebolleta china. No me terminó de convencer.
Miso dashi ramen: sopa de fideos con albóndigas, huevo y cebolleta china |
El siguiente, el miso dashi ramen: sopa de fideos con albóndigas, huevo y cebolleta china. La sopa es vegetariana a base de dashi (pescado seco) y miso, con berza, setas shiitake y shirneji. Tampoco me convenció.
Hiyashi chuka: fideos secos con salchicha , aceite de guindilla sichuán con berros y anacardos garrapiñados |
Y el tercero, el que me pedí yo y que me encantó, el hiyashi chuka: fideos frescos con salchicha fresca picada, aceite de guindilla sichuán con berros y anacardos garrapiñados. A diferencia de los dos anteriores, este ramen es seco, sin caldo. Un plato muy original y una mezcla de sabores única. La única pega que le pondría es que para mi gusto, pondría los fideos un poquito más templados.
Mochi doughnut: pastel de arroz glutinoso con glaseado de lima y helado cítrico |
Para acabar, probamos el único postre de la carta, el mochi doughnut: pastel de arroz glutinoso con glaseado de lima y sésamo negro y acompañado de un helado cítrico. Brutal, no digo más.
En total, fuimos 4 personas y comimos bastante, porque queríamos probar de todo (yo salí con la panza bien llena...). Tocamos a unos 25 euros por cabeza, lo cual está fenomenal.
Opinión final: el Chuka Ramen Bar es un sitio bastante original y con una comida que sorprende. Eso sí, no es apto para paladares delicados, así que lo recomiendo para personas atrevidas. Puedes visitarlo en su web o ir directamente (C/Echegaray, 9, Madrid). Y OjO, que creo que no admite reservas!!
La cocina chuka ya es una de mis preferidas dentro de las cocinas del mundo. ¿Y la tuya?
¡Espero que te haya gustado la entrada de hoy!
Un saludín
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