Helado fácil de yogur desnatado con fruta natural

¿Te apetece hacer un helado casero pero no tienes máquina de helados? ¿Te asustan las calorías de los helados tradicionales? No te preocupes, Susana te va a enseñar cómo hacer un helado de yogur desnatado con fruta natural de una forma muy fácil y, sobretodo, bajo en calorías. ¡No te pierdas la cocina sana de Susana!

Con la llegada de las altas temperaturas apetecen los postres helados, ¿a que sí? Helados hay de todos los tipos y sabores, de chocolate, de nata, de frutas, de café, etc; aunque muchos de ellos tienen bastantes calorías, para qué negarlo.

Con la receta que te damos hoy no tendrás muchos problemas con la báscula, porque hemos reducido bastante el aporte de grasa (utilizamos yogur desnatado).

Tampoco vamos a necesitar ninguna máquina especial, tan solo tu batidora o, en el mejor de los casos, tu robot de cocina. No te preocupes, verás qué fácil.

Como vamos a usar yogur natural, vamos a poder darle diferentes sabores con la fruta. En esta ocasión, hemos empleado fresas, pero te animo a que lo pruebes con otras: cerezas, melocotón, mango, etc.

¡Apunta la receta de este helado de yogur con fruta!

Ingredientes (para 2 raciones):

• 300 g de fresas naturales o la fruta que más te guste
• 2 yogures naturales desnatados edulcorados
• 2 cucharaditas de aceite de girasol

Preparación del helado de yogur con fruta:

1. Limpiamos las fresas muy bien eliminando por completo las hojas y pedúnculos.

2. Troceamos las fresas y las metemos en el congelador. Reservamos unas horas (2-3) hasta que estén totalmente congeladas.

3. Mezclamos las fresas congeladas, los yogures y el aceite en un robot de cocina o batidora y trituramos bien hasta obtener un helado cremoso.

¿Para qué se usa el aceite? El aceite va a ayudar a emulsionar la mezcla, ya verás.
  

4. Presentamos y ¡listo!

Nota 1: si usas el robot de cocina, lo notorás menos, pero en el caso de usar la batidora normal que tenemos por casa, es probable que se derrita con mucha facilidad. Para prevenir esto, mete en el congelador tanto el recipiente como el mango con las cuchillas de la batidora una hora antes, para que estén bien fríos. Pero si en tu cocina hace más calor que en el comunión del Rey León, y el helado finalmente se derrite, mételo una vez hecho en el congelador para darle un golpe de frío.

Nota 2: es más bien un helado para hacerlo y comerlo en el momento, aunque si haces en mayor cantidad no hay ningún problema en guardarlo en el congelador.

Lo dicho, este helado te va a encantar, no solo por su poco aporte calórico sino por lo fácil que es. ¡A disfrutar de un helado de lo más sano!

¡Cuídate disfrutando, disfruta cuidándote! 

Ver el post:  el helado de yogur, ¿una alternativa saludable?

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Colaboración de Susana Casanova (foodie, viajera, soñadora y socia fundadora de la Asociación de Cocineros y Reposteros Amateurs de España, ACRAME).

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