Sopa de primavera con espárragos

Sopa de primavera con espárragos

Durante la primavera podemos tener días soleados espléndidos, que invitan a sentarse en un terraza, y otros días en los que tenemos que volver a sacar el abrigo del armario. Para esos días de frío primaveral nada mejor que una sopa y, si es con productos de temporada, como el espárrago, mejor que mejor.

A esta sopa de primavera le podemos añadir, además de espárragos, cualquier verdura de temporada que encontremos en el mercado. Yo he elegido los espárragos trigueros, porque ahora están en su mejor momento, pero OJO, digo trigueros, y no los verdes que encontramos todo el año.

Los espárragos verdes los podemos encontrar todo el año, obviamente son de cultivo controlado; sin embargo, los espárragos trigueros son los que crecen silvestres y se recolectan en primavera. En cuanto a sabor y aspecto también hay diferencias, el silvestre tiene un sabor un poco más intenso y suelen ser algo más finos.

A la sopa se le puede echar arroz, como en mi caso, fideitos, cualquier tipo de pasta o, incluso, tomarla tal cual. Además, le añadí albahaca fresca, vereis que chispa le da a la sopa.

Vamos con la receta!

Ingredientes:

• 1 L de caldo de verduras
• 1 cebolleta
• 1 rama de apio
• 2 zanahorias
• 1 calabacín
• 1 manojo pequeño de espárragos trigueros
• 1 chorreoncito de vino blanco
• 2 puñados de arroz
• albahaca fresca
• Sal, pimienta y aceite de oliva

Preparación y comentarios:

1. Para hacer esta sopa de primavera tenemos que disponer de un caldito de verduras. Yo aproveché el caldo de la cocción tras haber hervido las verduras para hacer ensaladilla rusa (añadí un pastilla de caldo concentrado de pollo y quedó un caldito muy resultón). Otra opción es guardar el caldo cuando hacemos crema de verduras y emplearlo aquí.

2. Rehogamos la cebolleta, la zanahoria y el apio, previamente cortados en trocitos, hasta que empiecen a coger color. Añadimos entonces el vino blanco y dejamos evaporar. A continuación, echamos el calabacín y los espárragos (a estos le habremos cortados la parte leñosa).

3. Vertemos en la olla el caldo de verduras y lo llevamos a ebullición. Añadimos la sal, un poquito de pimienta y varias hojas de albahaca fresca picadas (yo emplee la versión en crema de Gourmet Garden). No se si con albahaca seca quedará igual, ya que el sabor de ésta difiere un pelín de el de la fresca. Dejamos cocinar a fuego medio-bajo durante 15 min.

4. Por último, echamos el arroz, como unos dos puñados, y dejamos otros 15 min o hasta que el arroz esté tierno.

Y después de esto, servimos nuestra sopa de primavera y listo! No puede ser más fácil!

Espárragos trigueros (Fuente)

¿Por qué huele la orina tras comer espárragos?

¿Quién no se ha percatado de ese color tan característico de la orina después de haber comido espárragos? Tal es su digestión que al poco de consumirlos, todos nuestros líquidos corporales huelen a espárrago. Y aquí hago un inciso para las madres lactantes: mejor si antes de la toma se evita su consumo, de otra manera, el bebé notará un regustillo raro en la leche.

¿Cuál es la razón de ese olor? Los espárragos contienen ácido asparagúsico y S-metilmetionina, que tras su digestión y proceso de excreción se acaban convirtiendo en unos derivados azufrados responsables de ese olor tan característico.

Pero todo esto tiene un componente genético, ya que no todas las personas producen estos compuestos volátiles. Por otro lado, y resulta algo gracioso, es que hay otras personas que aunque lo produzcan no serían capaces de oler esos compuestos.


Los espárragos son ricos en fibra beneficiosa

Espárragos verdes (Fuente)

El valor nutritivo del espárrago es algo pobre en términos generales, aunque es tremendamente rico en aporte de fibra, y fibra de la buena.

Además de facilitar el tránsito intestinal, esta fibra contiene polisacáridos complejos (vease inulina) que seguro serán un manjar para nuestras bacterias intestinales beneficiosas (recordemos que esta fibra es un prebiótico) y que ayudarán a mantener nuestra salud digestiva.

Así que aprovechad la primavera para comer los deliciosos espárragos trigueros, ya sabéis el dicho: los de abril para mi amo, los de mayo para mí y los de junio para ninguno.