Masterchef y su polémico macrocásting

Todavía no se ha estrenado Masterchef, el talent show gastronómico que prepara TVE, y ya está rodeado de polémica. El pasado domingo (24/02/13) se celebró un macrocásting en Madrid en el que participaron más de 450 personas, entre ellas el que suscribe este artículo, El saber culinario. Son muchas las voces que apuntan que todo fue un gran acto promocional donde la mayoría de los aspirantes estábamos allí de relleno.


Parafraseando a la presentadora de 21 días "Hay problemas que solo se entienden cuando se viven en la propia piel, y como no es lo mismo contarlo sin haberlo vivido", voy a relataros con pelos y señales mi experiencia en este evento.

¿Cómo comienza todo?

Una semana antes de este macrocásting recibo la llamada de una redactora del programa para preguntarme si estaría interesado en acudir a un cásting que se celebraría en Madrid, en la Plaza de Oriente. Uno que está al tanto de todo, le comenta a dicha redactora que cómo era eso posible si el cásting por Madrid ya se había cerrado. Su respuesta: -Tomás, es un cásting especial, un macrocásting donde tendréis otra oportunidad, ya que no hemos podido llamar en la primera convocatoria a toda la gente de Madrid. Primer error: caigo en la trampa.

Seguimos hablando por teléfono y me recomienda que vaya muy abrigado, que va a hacer mucho frío (la verdad es que acertó de pleno, y aunque le hice caso me quedé cuajao). Me explica, además, en qué va a consistir la prueba: emplatar un plato que ya llevaríamos hecho y que no podía ser calentado ni cocinado allí, puesto que no dispondríamos de electricidad.

Justo al colgar el teléfono me sentí más feliz que Curro en el Caribe, aunque poco duraría ese estado, ya que todo me resultó muy raro. ¿Cómo que un cásting especial, si ya la primera fase en las distintas ciudades se había cerrado? Si era otra oportunidad la que teníamos  ¿por qué las diferencias en las pruebas? (en el resto de cásting sí se podían llevar utensilios para la cocción de los alimentos). ¿Un macrocásting en la Plaza de Oriente de Madrid? Umm promoción a la vista...

Todo me olía a una estrategia de marketing, donde se elegirían a los mejores masterchefs entre la gente seleccionada que ya había hecho cástings previos, y los demás iríamos de relleno.  Pero pensé que la gente como yo, el relleno, tendríamos alguna oportunidad, por aquello del factor sorpresa y de elegir a alguien en el último momento. Como de ilusiones también se vive, me puse a pensar qué plato podía hacer...y salieron los bocaditos de nueces al clavo, cuya receta podéis encontrar en el blog.

Llegó el día del polémico macrocásting de Masterchef

Llega el domingo, día de la cita, a las 10.30h, hora a la que había sido citado, al igual que ¿el resto de mis compañeros? (luego descubriría que otras personas fueron citadas antes...). Después del registro y de haber firmado un contrato de cesión de derechos de imagen, identificamos nuestro puesto y nos vuelven a citar una hora más tarde, a las 11.30h. Mientras tanto, hicimos otra cola, a la par que el payasete delante de las cámaras de los programas de TVE que merodeaban por allí.

Acto seguido, la realizadora del programa nos anuncia que podemos entrar al recinto, un set de grabación al aire libre delimitado con vallas compuesto por 30 filas de mesas, y todo, por supuesto, acondicionado cual programa de televisión se tratara. El tiempo fue pasando y la desesperación fue en aumento, puesto que la prueba se retrasaba y se retrasaba y solo nos limitábamos a sonreír a la cámara. En estos tiempos muertos nos pudimos dar cuenta cómo ciertas personas eran llamadas por la organización para hacer una entrevista personal (confirmado por una de esas personas que estaba en mi mesa). ¿Sospechoso?

Si sabéis sumar 2+2 seguro que podréis haceros una idea de este tinglao: todas las personas que hacían las entrevistas, casualmente ya habían hecho el cásting de la primera fase y alguna de ellas, por no decir, la mayoría, fueron los elegidos. ¿Al resto que íbamos de nuevas se nos entrevistó por parte de la organización?  Me temo que no. Mis sospechas de que éramos un puro relleno se estaban confirmando, a pesar de los intentos de mis amigos Marta y Gonzalo por hacerme ver lo contrario.

Unos 10 min antes de que la prueba tuviera lugar, la famosa realizadora nos da permiso para ir al baño. ¿Perdón, dije baño? ¿A cuál, si allí no habían montado nada? Cada cual se apañó como pudo. Por cierto, allí todos los aspirantes permanecimos de pié más de 5 h, y hubiésemos agradecido algún refrigerio. Menos mal que entre los propios aspirantes nos fuimos intercambiando "nuestras creaciones"...

A eso de las 2 y pico dio comienzo la prueba, en la cual teníamos que emplatar nuestros suculentos manjares, y digo suculentos porque había verdaderas maravillas. La gente se esforzó al máximo dando como resultado unos platos que más de un chef profesional envidiaría. A todo esto tengo que decir que desde mi criterio, mi plato se quedaba muy pobre...

El jurado selecciona a 40 candidatos

Cuando acabaron los 20 min de prueba uno pensaba que los platos iban a ser evaluados inmediatamente, pero menuda decepción, creo que tardaron cerca de una hora (en este tiempo dieron paso a los programas de TVE para que nos hicieran entrevistas) en aparecer los llamados "expertos culinarios", que desconozco si eran cocineros profesionales, críticos gastronómicos o ve tú a saber. El caso es que empezaron a probar y a anotar en sus carpetitas, y digo "empezar" porque a algunos no les dio ni tiempo a terminar de probar todos los platos de su fila, ya que estaba la señora realizadora dando órdenes para que se acabara la cata.

Y digo yo, puesto que tras emplatar pasó mucho tiempo, algunas de las características del plato, como textura, sabor y presentación se verían seriamente comprometidas (yo, de hecho, lo pasé un poco mal porque las hojitas que adornaban mi plato se caían por el viento), ¿ creéis que se tuvo en cuenta? Parece ser que se evaluó sabor, creatividad y presentación. A mi favor tengo que decir que la experta culinaria que me tocó dijo tras probar mi plato "ummm", espero que me pusiera buena nota!

Los expertos culinarios

Cuando estos expertos se retiraron a deliberar con el jurado de Masterchef (Pepe Rodriguez, Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nájera), pensé que tardarían un ratito, tened en cuenta que había que evaluar 453 platos. ¿Cuánto creéis que tardaron? ¿5 min? ¿10 min? Pues ahí estuvo la cosa, fue rapidísimo, algo que justifica el apodo de polémico macrocásting. ¿Fue tan fácil elegir a los ganadores? Se supone que los expertos asesoraban al jurado y éste elegía finalmente a los cantidatos.

De los 453 aspirantes, el jurado eligió a 40 candidatos para pasar a la gran final donde saldrán los 15 concursantes de Masterchef. El miembro del jurado que se paseó por mi zona fue Pepe Rodríguez, e iba puesto por puesto "haciendo un paripé" para elegir a su tanda de candidatos. Varias cosas me llamaron la atención, la primera, que se tomó bastante tiempo para elegir a los primeros candidatos (con paripé eh!), no así para los últimos, donde todo fue muy rápido (claro, el frío no daba tregua y la gente ya se estaba impacientando, cosa que no pasó desapercibida por la productora); segundo, si tenían que elegir ellos a los candidatos, ¿por qué se lo cantaban por el pinganillo? (aquí os aseguro que no os miento, escuché perfectamente cómo le decían "fila xx, número xxx".

La presentadora, Eva González, y los tres miembros del jurado

En fin, yo cogí mis bártulos antes de que terminaran de dar las últimas cucharas y estaba deseando llegar a casa para resguardarme del frío. De camino en el metro, empecé a reflexionar sobre todo lo que había pasado a lo largo del día. ¿Cuál era mi impresión general? Pues sencillamente que ya tenían a un grupo de preseleccionados, de los cuales eligieron a los 40 finales, y el resto actuamos allí de figurantes "gratis".

El macrocásting de Masterchef fue una pantomima

Estamos de acuerdo que esto es televisión en donde el espectáculo vende, pero que no nos tomen por tontos. Ya os decía que mi primera idea era que esto era una pantomima, puro márketing, aunque albergaba la esperanza de que "saltara la liebre", pero finalmente no saltó, y no lo digo por mí, sino porque otro gallo cantaría si hubieran elegido a varios de nosotros, de todas aquellas personas que íbamos de primeras. Aceptaría la crítica de que el nivel de los "nuevos" era más bajo que los candidatos elegidos, pero no lo voy a hacer teniendo en cuenta el paripé en el proceso de selección (que se debe más bien a tener determinados perfiles).

¿Perdimos ese domingo? bueno, no lo diría así, me quedo con la experiencia y con los buenos momentos que allí pasé. Sí perdí algo de dinerillo, preparándolo todo, pero más perdieron todas aquellas personas que se tuvieron que desplazar desde otros puntos de España, y la gasolina está muy cara eh. Al margen de esto, lo que verdaderamente nos afectó, y hablo en plural y con conocimiento de causa, es que fuimos tratados como meras figuritas, engañadas de alguna manera para hacer un programa de televisión. Todavía me acuerdo de los castillos en el aire que hicimos mientras estábamos en la cola -hay que ver lo que nos gusta el cuento de la lechera...-.

Ya la noticia del polémico macrocásting de Masterchef ha saltado a la prensa. El periódico 20 minutos lo titulaba así Polémica en torno al programa Masterchef por acusaciones de un falso macrocásting. Por mi parte, me he unido a un grupo de "afectados" para hacernos escuchar y de alguna manera denunciar este evento, tan falso como un billete de 99 euros.

Como he dicho antes me quedo con la experiencia vivida y con la parte positiva de todo, aunque recuerde de muy mala gana (más si cabe que el "tongo") el frío que pasé. Desde aquí agradezco enormemente el apoyo de mis amigos, en especial de Marta y Gonzalo (aguantaron el frío conmigo), por haberme apoyado y a todos aquellos fans y seguidores de Facebook y Twitter por vuestro interés!

Un saludín!