Caldos caseros y caldos comerciales: ventajas, inconvenientes y comparativa

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Si bien elaborar un caldo en casa es bien sencillo, la falta de tiempo nos hace recurrir cada vez más a los caldos comerciales. De hecho, la demanda de estos productos es tal que actualmente podemos encontrar en el mercado multitud de variedades y sabores. Sin embargo, ¿sabemos realmente qué llevan estos caldos envasados? ¿Qué ventajas e inconvenientes tienen frente a los caldos caseros? ¿En qué se diferencian las distintas marcas?

1. Caldos Caseros

La excusa que se da para no hacer un caldo en casa es la falta de tiempo...¿seguro? ¿será que nos da pereza y es más fácil abrir un tetra brick? Bueno, seguramente habrá casos y casos...

Elaborar un caldito es muy fácil, se hace prácticamente solo y, además, podemos aprovechar todas esas verduritas que nos van quedando en el fondo de la nevera. Un caldo es, en realidad, una extracción en agua de alimentos proteicos (carne o pescado) y verduras y hortalizas (zanahorias, puerros, apios, etc).

¿Cómo se hace?

Ponemos todos los ingredientes en una olla con agua fría sin tapar. Empezará a hervir lentamente y mantendremos la cocción retirando la espuma de la superficie. Es muy importante que se empiece en frío, y la razón es muy sencilla: el calentamiento lento inicial permitirá que las proteinas de los alimentos se vayan coagulando poco a poco, formando grandes agregados tanto en la superficie como en las pareces de la olla (la típica espuma que iremos retirando). Sin embargo, si se empieza en caliente, se extraerán demasiadas proteínas, que junto con las gotas de grasa formarán partículas suspendidas, obteniendo un caldo turbio. Por otro lado, dejaremos la olla sin tapar, favoreciendo así la evaporación del agua y, por tanto, la concentración del caldo (mejor sabor). 

El sabor y la consistencia o espesor que tenga el caldo dependerá de qué ingredientes añadamos y cuánto.  Por otro lado, también podremos tostar las piezas de carne que utilicemos, el sabor del caldo será más intenso y adquirirá un atractivo color marrón. ¿Cúanto tiempo será necesario? Dependerá del tipo de caldo y los ingredientes: uno de carne, entre 1.5 y 3 h; y uno de pescado, bastará con 30-40 min (esto es algo muy aproximado).

En comparación con los caldos comerciales, el precio de un caldo casero siempre será más económico, en tanto que podemos hacer en cantidades y guardarlo bien en la nevera o en el congelador. Por otro lado, controlaremos qué ingredientes añadimos, sobre todo la sal, algo de lo que abusan en los caldos comerciales. Además, podemos aprovechar el caldo de la cocción de otras preparaciones culinarias (ver ejemplo).

2. Caldos Comerciales

De multitud de variedades, los caldos comerciales salvan a más de uno de un apuro: abrir el brick, calentar, echar unos fideitos (o no), y tras 5 min, tomarlo. Hemos saciado nuestro apetito en un santiamén, ¿qué más se puede pedir?

Debido a su método de conservación pueden guardarse en la despensa varios meses y una vez abierto, unos 4-5 días en la nevera. El consumo de estos caldos no supondría ningún problema, a menos que se tomen con mucha frecuencia, donde habría que vigilar la sal. El contenido de sodio añadido a estos caldos es la principal diferencia con los caldos caseros. ¿Os habéis fijado que casi todas las marcas tienen ahora su versión "bajo en sal"?

3. Comparativa de 4 caldos comerciales de pollo

He elegido el de pollo al considerar que puede ser el más estándar de todos y he probado 4 marcas diferentes. Veamos qué diferencias hay entre ellas, desde el sabor hasta el precio (iremos desde el más caro hasta el más barato):

a) ANETO

Es el más caro de todos, y la pregunta que nos hacemos nos viene rápidamente ¿el más caro es el mejor? en este caso tengo que decir que sí. Al principio, al ver que en su publicidad anunciaban que era 100% natural  pensé "otro más que se quiere sumar al carro". Para mí natural es que no tenga ni concentrados, ni aromas (aunque sean naturales), ni saborizantes ni conservantes, y éste parece ser que lo cumple, tal y como se puede ver en su etiqueta. Ellos argumentan que es como el caldo de casa pero hecho "a lo grande". Además, usan pollo de corral e ingredientes de primera (para el que no lo crea puede visitar la empresa -según se puede ver en su página web- para comprobarlo). En definitiva, la calidad de los ingredientes se ve reflejada en el producto final, con un sabor muy bueno. Pero claro, el brick de litro cuesta más de 3 euros (aunque ahora podeis encontrar diferentes promociones con descuentos) ¿estaríais dispuestos a pagarlo?

Puntuación: 9

b) KNORR

Su precio  no llega a los 2 euros. El sabor de los caldos de Knorr me gusta mucho, de hecho, las pastillas de caldo concentrado que suelo usar son de esta marca. Al revisar la lista de ingredientes de su "caldo de pollo de la abuela" me llamó la atención la presencia de azúcar y extracto de levadura, entre otros otros. Son de estas cosas que dices ¿para qué leo la etiqueta? no es que sea malo, pero la sensación que te queda es que es algo "muy artificial" por mucho que lleve pollo y verduritas. Al margen de esto, me gustó su sabor.
Puntuación: 8


c) GALLINA BLANCA

La archifamosa Gallina Blanca, conocida sobre todo por el Avecrem. El sabor de su caldo de pollo es bueno aunque me resultó demasiado salado; vamos, que si hubiera diluido un poquito el caldo hubiera estado mejor. En cuanto a su precio, ronda los 1.6-1.7 euros, lo cual está fenomenal. Si atendemos a sus ingredientes también podemos encontrar "cositas" que no me gustan, aunque ahora han sacado una versión 100% natural (a pesar de que le añaden aromas). La inclusión de esta nueva versión coincide con las promociones de precio de la versiones antiguas, y sumado a que no aparecen éstas en la web corporativa, todo me hace pensar que van a optar por lo "natural" para su nueva campaña de marketing. Puntuación: 7


d) DÍA

El caldo de pollo de Día no llega a 1 euro, y su sabor es el más flojo de los 4 que probé. Si bien yo no lo usaría para hacerme una sopa de fideos, sí que lo emplearía como base para otras preparaciones o salsas (aporta algo de sabor sin llevar demasiado protagonismo).  Por ejemplo: base para hacer una sopa de ajo o sopa castellana. No está mal para el precio que tiene.
Puntuación: 6

En conclusión, los 4 caldos que os pongo están buenos, al margen de su precio. Yo siempre optaré por un caldo de toda la vida, pero como no tengo todo el tiempo del mundo elegiré unos de los caldos comerciales que haya disponible en el mercado, y si está de oferta, mejor que mejor.

Por cierto, en el blog ya os puse la receta del caldo de carne de mi abuela. En pocas semanas tengo previsto subir una receta de otro caldo un tanto especial, estad atentos!!