COCINA LIBANESA

La cocina libanesa contempla una diversidad de platos adaptados de la cocina turca y árabe, de tal modo que puede confundirse con cualquiera de éstas. En próximas entradas os traeré algunos platos y restaurantes de comida árabe y turca, pero hoy nos centramos en la libanesa.

La cocina tradicional del Líbano emplea fundamentalmente frutas, verduras, cereales y legumbres, en todas sus formas, tanto en aceite como semillas y por supuesto, todas las comidas están muy aderezadas con especias.

Las veces que he ido a un restaurante libanés siempre he pedido algunos de los siguientes platos: una ensalada tabule, kibbeh, crema de garbanzos (hummus) y los pinchitos de carne (pollo, cordero y ternera).

La ensalada tabule también la encuentras en restaurantes árabes y básicamente consta de sésamo, tomate, cebolla y cebollino a trocitos pequeños, menta y perejil, aderezada con limón.

La semana pasada estuve en un restaurante libanés en Las Palmas de Gran Canaria y pedimos una serie de empanadillas y albóndigas llamadas kibbeh. El kibbeh es el plato nacional del Líbano y se trata de carne de cordero muy picada, mezclada con trigo, cebolla, menta, etc., en forma de albóndiga.

Nota: llenan mucho y la digestión puede ser un poco pesada, mejor compartid, ya que suele haber variedad de tipos de kibbeh.

Los fatayer son empanadillas hechas de un hojaldre riquísimo. Me gustaron más que los kibbeh porque no me resultaron tan pesadas. Había fatayer de espinacas con y sin queso, de queso fresco y perejil, y de cordero y queso.

En cuestión de cremas para mojar con pan de pita no puede faltar el hummus, que es una crema de garbanzos (ver foto), al igual que otras cremas como son el mutabal, que está hecha a base de berenjena y sésamo, baba ghannug, con berenjena asada, verduras y granada; y labne, que es una crema de requesón y menta.

Ya pasamos a la carne a la brasa, ¡qué ricos estaban esos pinchitos! Pedimos un mashwi mixto, que consiste en una variedad de brochetas, una de pollo, otra de carne molida de cordero y otra de ternera. Vienen acompañados de arroz o couscous, en mi caso elegí arroz y fue una buena elección ya que estaba delicioso. Se trataba de un arroz jarruf, que aparte del arroz lleva cordero, frutos secos y menta.

Tengo que destacar que las brochetas pueden parecer un plato de lo más común, efectivamente lo son, pero no dejéis de probarlas porque los aderezos y especias que emplea este tipo de cocina libanesa dan un toque muy especial a las comidas.

Espero haberos recomendado otra opción gastronómica diferente, que aparte de económica, nos traerá sabores exóticos para el paladar.